28 mayo 2014
"Recientemente se han publicado en HERALDO y otros medios noticias sobre desabastecimientos puntuales de algunos medicamentos. Quizá se encuentre usted entre los pacientes afectados -o sea una persona cercana a alguno- y esta situación haya podido causarle cierta alarma. O tal vez, sin necesidad de estar directamente afectado, estas informaciones le hayan producido una leve, aunque amarga, sensación de incertidumbre.
En este artículo nos proponemos reflexionar sobre las causas y las consecuencias de los problemas en el suministro de medicamentos. También, con una mirada puesta en el futuro, analizar si se están enfocando correctamente las soluciones para, finalmente, hacer una propuesta concreta en este sentido.
La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), organismo estatal dependiente del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, es responsable de garantizar a los ciudadanos que los medicamentos comercializados en España cumplen con los criterios de calidad, seguridad, efectividad y continuidad en el suministro. En su sitio web informa públicamente sobre los medicamentos con problemas de suministro. A día de hoy, según la AEMPS, 159 medicamentos autorizados en España tienen problemas de abastecimiento. De éstos, al menos un 20% no pueden ser sustituidos. La duración media de dichos desabastecimientos es de 7 a 9 meses. ¿Qué opciones se ofrecen hoy en día a los pacientes que necesitan alguno de estos medicamentos? La información del sitio web de la AEMPS ofrece una única solución: traerlo de fuera; solicitar dicho medicamento, caso por caso, a través del Servicio de Medicamentos Extranjeros.
Antes de valorar si importar un medicamento del extranjero es la manera más adecuada de paliar los efectos de un desabastecimiento, fijémonos por un momento en las causas que los originan.
¿Por qué se producen los desabastecimientos? ¿Cómo es posible que en un sistema de salud moderno como el nuestro, abastecido por una industria farmacéutica puntera, se produzcan desabastecimientos prolongados de determinados medicamentos? ¿Qué causas hay detrás de estas interrupciones del suministro? Y, puestos a preguntar: ¿Se puede hacer algo para evitar estos problemas en el futuro?
Guillermo de Ockham proponía usar la navaja de la hipótesis más sencilla para abrir los melones de los problemas más complejos. En este caso, la hipótesis más sencilla sería aventurar que los desabastecimientos se desencadenan por una preocupante fragilidad del sistema de producción de medicamentos. La falta de una materia prima, una parada técnica para modernizar las instalaciones o adecuarlas a nuevos requisitos de calidad, un cambio de estrategia… varias razones pueden detener la fabricación de un medicamento en una determinada planta durante semanas, cuando no meses. Y, hoy en día, en nuestro mundo global, parar la producción en una determinada planta puede traducirse en un desabastecimiento a nivel global. En la actualidad, un solo centro de producción (en un pequeño pueblo de Europa, USA o Asia) puede fabricar un determinado medicamento para todo el mundo.
Llegados a este punto, invitamos a reflexionar sobre si traer puntualmente un medicamento de los países de nuestro entorno (como se ha venido haciendo casi en exclusiva hasta ahora) es la mejor solución ante la perspectiva de desabastecimientos cada vez más globales y simultáneos. O si por el contrario merece la pena anticiparse y explorar otras opciones complementarias, analizando a fondo todo su potencial para evitar futuras situaciones de emergencia.
Como farmacéuticos, consideramos que ésta es una ocasión de oro para poner en valor las bondades de un recurso con el que nuestro sistema sanitario ya cuenta y en el que tanto médicos como pacientes nunca han dejado de confiar. Nos referimos a la formulación de medicamentos individualizados. Es decir, la elaboración personalizada de un medicamento, bajo prescripción del médico, en una farmacia o servicio de farmacia de un hospital. Los medicamentos individualizados se elaboran en modernos laboratorios autorizados por la Administración para tal fin, cumpliendo con unas normas y criterios de calidad equivalentes a los que se exige en la manufactura industrial de medicamentos, pero adaptados a una escala de producción diferente.
Además de la calidad, la accesibilidad también está garantizada. En virtud de una normativa específica, las farmacias que no cuentan con los medios para formular con garantías, subcontratan su elaboración a otras farmacias especializadas. De esta manera, el paciente siempre accede al servicio acudiendo directamente a su farmacia de referencia, donde además recibirá toda la información sobre las condiciones de acceso al medicamento y su uso.
¿Entonces, si los medicamentos individualizados ya se utilizan con éxito para personalizar tratamientos, por qué no explorar, de la mano de la Administración, médicos y farmacéuticos, todo su potencial en otras situaciones, como la de los desabastecimientos, en lugar de recurrir a la importación de un medicamento extranjero como única opción?
Es importante hacer notar que no se trata de medicamentos ‘de segunda’. Sino que hablamos de lo más científico y genuino de la ciencia farmacéutica. La elaboración, con todas las reglas del arte, de un medicamento a la medida del paciente. Lo cual vendría por otro lado a demostrar, una vez más, que en este mundo global y a gran escala, a veces lo pequeño, lo que está realmente a la medida de lo humano, resulta cuando menos necesario para dar cohesión y garantizar la integralidad del sistema.
Para terminar, hacemos un llamamiento a las autoridades sanitarias, así como a los médicos y a los propios pacientes, para que sean conscientes de que cuentan con este instrumento, la formulación de medicamentos individualizados, capaz de aportar su granito de arena a la calidad y sostenibilidad global de nuestro preciado sistema sanitario. Es fundamental que el propio sistema confíe en sus profesionales sanitarios, incluidos por supuesto los farmacéuticos, porque ellos son su recurso más valioso y los únicos capaces de compensar y complementar los vacíos que dejan las grandes corporaciones, anteponiendo siempre de manera genuina los intereses de los pacientes."
Completísima exposición Diego. No queda más que decir, salvo seguir insistiendo. En Málaga el desabastecimiento de Dexametasona y la falta de algunas presentaciones de prednisona han propiciado (por fin!) un incremento palpable en la formulación de la Dexa en cápsulas y en forma líquida. A ver... Twitteo el post. Buen fin de semana!
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